HISTORIA DEL CINE EN MÉXICO



Historia del cine. 
La evolución del cine.
El historiador Aurelio de los Reyes divide la historia del cine mudo mexicano en dos etapas, la primera va desde la llegada a México de los concesionarios de la casa Lumière, en agosto de 1896, hasta 1916, en la que predomina el documental corto; y la segunda, que se extiende hasta 1931, en la que se filman preferentemente argumentos de largometraje.

  1. Primera etapa (1896-1916). Las “escenas de vida y movimiento” se conocen en México. El 6 de agosto de 1896, de manera privada, el presidente Porfirio Díaz presencio y asombrado de las imágenes en movimiento que dos enviados de los hermanos Lumière proyectaban con el cinematógrafo, en uno de los salones del Castillo de Chapultepec.

México fue el primer país del continente americano que disfrutó del nuevo medio, ya que la entrada del cinematógrafo a los Estados Unidos había sido bloqueada por Thomas Alva Edison.
Se filmaron “El presidente de la república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec y otros 35 cortometrajes en la capital, Guadalajara y Veracruz. Uno de los filmes de los realizadores franceses, titulado “Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec”, causó conmoción, ya que la gente no diferenciaba aún la realidad de la ficción. Este filme podría ser inspirado por el filme de Thomas Alva Edison titulado “Pedro Esquirel y Dionecio Gonzales” - Un duelo mexicano, realizado tres años antes. En 1897 se realizó la primera cinta silente de producción mexicana, llamada “Riña de hombres en el Zócalo”.
Según el crítico e historiador del cine mexicano Emilio García Riera, el surgimiento de los primeros cineastas mexicanos no obedeció a un sentimiento nacionalista, sino más bien al carácter primitivo que tenía el cine de entonces: películas breves, de menos de un minuto de duración, que provocaban una necesidad constante de material nuevo para exhibir.
En 1898 se inició como realizador el ingeniero Salvador Toscano, quien se había dedicado a exhibir películas en Veracruz. Su labor es una de las pocas que aún se conservan de esa época inicial del cine. En 1950, su hija Carmen editó diversos trabajos de Toscano en un largometraje titulado Memorias de un mexicano (1950). Toscano testimonió con su cámara diversos aspectos de la vida del país durante el porfiriato y la Revolución Mexicana. Inició, de hecho, la vertiente documental que tantos seguidores ha tenido en México.
  1. Segunda etapa (1916-1931). En dicha etapa se producen más de ciento treinta largometrajes que revelan el entusiasmo de numerosos aficionados que no hacen más de una o dos películas. Hay intentos con mayor formalidad y compañías que llegan a contar con sus propios laboratorios y estudios de filmación, aunque pocas veces producen más de cinco películas. Esas carencias se aprecian en un cine generalmente de baja calidad y poco desarrollo técnico, carente de un estilo que lo distinga de la producción foránea que genera la frecuente indiferencia del público.
Cabe mencionar que la industrialización (1931-1940). En el breve lapso del Maximato (1928-34) al periodo de Lázaro Cárdenas (1934-40) el cine mexicano pasa de ser un fenómeno curioso en proceso de desaparición, a una promisoria industria cultural que adquiere, después de 1940, un lugar estratégico en las políticas de estado y en la vida económica y cultural de la nación.
La llamada “Época de oro.”, según algunos historiadores y críticos de cine, los verdaderos "años dorados" del cine mexicano corresponderían al periodo coincidente con la Segunda Guerra Mundial que va de 1939 a 1945; sin embargo, años antes de que iniciara esta, el cine mexicano ya había alcanzado un gran nivel técnico y artístico y tenía un mercado bien establecido, tanto dentro como fuera del país, por lo que la Segunda Guerra Mundial simplemente vino a incrementar la producción y expandir el mercado ya establecido.
Entonces, el inicio de la Época de Oro vendría con el estreno de la película Allá en el Rancho Grande, que inauguraría el género de comedia ranchera, género cultivado en México sin parangón en el resto de mundo, debido a la cultura e idiosincrasia mexicanas. La internacionalización viene a partir de 1941 con el film ¡Ay Jalisco, no te rajes! Interpretado por Jorge Negrete. Y el final llegará posterior a la muerte del actor y cantante Pedro Infante, en 1957.
En esos años, el cine mexicano abordó más temas y géneros que en ninguna otra época. Obras literarias, comedia, comedias rancheras, películas policíacas, comedias musicales y melodramas formaron parte del inventario cinematográfico mexicano de aquellos años.






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